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jueves, 21 de marzo de 2013

Sobre la apología de Sócrates

La Apología de Sócrates
 
 
 
PLATÓN
Esta obra de Platón, creada como una carta de presentación de la figura de Sócrates, es además de antesala de la figura de Sócrates, una manifestación sobre la injusticia a la que fue sometido por parte de los atenienses; ellos sometidos a la vez de manera tendenciosa por los acusadores Melito, Anito y Licón.

Las acusaciones a las que se ve sometido Sócrates, responden al ánimo del pueblo de Atenas que se veía hostigado por Sócrates y sus preguntas, que más que ser muchas, eran muy incomodas, debido a que dejaba a la luz la ignorancia de todo el pueblo. 

Es así que surge en Sócrates el método de la mayéutica, que tiene como objetivo claro ayudar a que todos los que están en las tinieblas o en la cueva, como él lo llama, puedan salir a la luz de la verdad, que es la virtud.  

Este proceso se ve claramente en este primer libro de los diálogos de Platón, titulado a apología, en otro término hablamos de la defensa. 

Todo parte desde la acusación a la cual Sócrates es sometido, como buen filósofo cuestiona por qué se le acusa, ya que él explica que solo ha cuestionado por pura curiosidad, y se reconoce como un ser que “Solo conoce su ignorancia”, y se baja directamente en otro punto que deja en controversia al jurado, la interpretación del Oráculo de Delfos, que afirman que no hay en toda Grecia ningún hombre tan sabio como Sócrates. 

Sócrates quiere demostrar lo contrario, y es por ello que inicia a cuestionar a todas las personas que están a su alrededor, y se da cuenta que en verdad no hay nadie tan sabio como él, o mejor dicho, que nadie sabe lo que dice saber.

Pero al refutar sus cargos de manera sorprendente, es donde vemos como aplica su método, vemos como argumenta con claridad y dirección sobre sus acusadores, aquellos que lo han sentenciado por corromper la juventud; y ante el cuestionamiento de Sócrates, sobre la gran preocupación de los acusadores, vemos el silencio, la desesperación y la falta de argumentos sólidos que sostengan la demanda.  


 La refutación de los cargos es lo que lleva a Sócrates a demostrar su inocencia, y entiende por fin que el auto aniquilación será siempre decir la verdad; Sócrates de esa manera acepta que no podrá mejorar el pensamiento de sus conciudadanos y acepta la pena.

Es claro en este texto ver, como el “yo solo sé que no sé nada”, es metódico, para primero del planteamiento del problema, lo analiza, replantea, para generar de ahí una pregunta; esta pregunta no estará sola, no ira como el viento sin quien la detenga, no, al contrario; esa pregunta ira cargada de ironía, que busca violentar, provocar, desestabilizar a su interlocutor; esto generara la duda y por supuesto, generará su objetivo, el error de su contrincante.

Solo cuando el interlocutor se da cuenta que está en el error, podrá clarificar su pensamiento y con ello, habrá avanzado en el terreno de la sabiduría.

Sócrates busca que la gente piense por sí misma, buscando la auto comprensión y la auto corrección. Al final el individuo tiene que salir con más preguntas que respuestas.

 




La repúbica I de Platón

Comentario del libro La República I de Platón
Por: Marissa Belmonte
 
 
El diálogo comienza haciendo recuerdo de una plática entre Sócrates y Glaucón en el Pireo, luego de asistir a una de las fiestas de la ciudad. En el lugar se encuentran con Polemarco, quien estaba acompañado por Adimanto, Nicerato y  otros más que también regresaban de la fiesta. Sócrates es invitado por Polemarco para deleitase con las  pláticas del gran filósofo. En la casa de Céfalo, se encuentra lleva a cabo el diálogo donde se tratan puntos diversos y bastante importantes; uno de esos puntos es saber cómo considera Céfalo la ancianidad. Este responde que la vejez es soportable cuando se han tenido costumbres moderadas,  que si bien lo acompañan algunos deterioros, estos le traen algunas recompensas y satisfacción ya que esto le ha forjado un carácter. Sócrates le dice que posiblemente su vejez es buena porque está influenciada por su riqueza, al mismo tiempo le pregunta si es una riqueza que él haya trabajado o le procedió de alguna herencia. Céfalo responde que su riqueza le da sensatez y que el sensato por sus bienes puede evitar perjuicios e irse sin ningún adeudo, ni a los dioses ni a los hombres.
 
Otro punto que tratan en este diálogo es sobre la amistad, más preciso aun, sobre el amigo. Después de dar cada quien su punto de vista, convergen en que, amigo es aquel que parece ser hombre de bien, o aquellos que lo son realmente aunque no los tengamos como tales.
También se comenta sobre lo que es justo, parten de una máxima que ya regía en Grecia y que no está lejos de la concepción utilitarista de nuestro tiempo; se concebía como justo lo siguiente: “dar a cada quien lo que le corresponde”, pero esta definición a Sócrates no le place, pues él con su agudeza hace flaquear hasta aquellos que están seguros de esta máxima, y lo hace con el siguiente ejemplo: “si alguien, después de haber confiado sus armas a un amigo, se las reclamase habiéndose vuelto loco, todo mundo convienen en que ese amigo no debería devolvérselas, y que si tal hiciera cometería una injusticia. Conviene comúnmente, asimismo, en que estaría mal no disfrazar a los ojos del loco el estado en que se encuentra”.
Estos son algunos puntos sobre este diálogo y quisiera despedirme con una pregunta sobre este último punto. Si la justicia no es dar a cada quien lo que le corresponde y tampoco consiste en decir la verdad, entonces ¿qué es la justicia?


Critón o del Deber.

Sobre el libro de Critón
Por: Fray Jonathan Gazent Ofm Conv.
 
Critón visita a Sócrates en la cárcel para ofrecerle su ayuda y convencerlo de escapar por la injusticia que le están haciendo. La fecha para la ejecución de Sócrates está prevista por la llegada del barco, al cual cuando este parta (al siguiente día de su llegada) Sócrates moriría. Esta acción de Critón puede verse como una buena obra “ayudar a su amigo”; pero y si nos preguntamos cómo surge la intención de ayuda hacia Sócrates, qué podríamos decir. ¿Critón está actuando porque se preocupa por Sócrates? O más bien porque le preocupa qué es lo que la gente pueda decir después; siendo Sócrates su amigo y teniendo él recursos para sacarlo de esta situación. Lo últimamente dicho, aun sonando como una afirmación, lo dejo como una posibilidad.
Sócrates menciona que el barco, que define el momento de su muerte,  llegará un día más tarde porque él lo ha visto en un sueño. Critón le pide que se salve, pero no tiene éxito en su propósito, pues para Sócrates está claro que la huída de la cárcel es una falta a la ley, y él tiene muy presente que la ley es no es injusta, sino que la injusticia reside en quienes aplican la ley; si accede a huir de la cárcel para salvarse de esa injusticia, ¿no sería eso pagar con una injusticia otra injusticia? Y si al recibir un mal, nos disponemos a pagar con otro mal; entonces, ¿dónde queda la justicia? Dejo abiertas estas preguntas con intención de no limitarnos a una sola idea.
 
Cabe mencionar una de las cuestionantes que Sócrates le hace a Critón, cuando este quiere persuadirlo, ¿es correcto aplicarle lo justo a una injusticia? No hay duda de que el filósofo ya tiene la respuesta desde antes que Critón diga palabra alguna. Sócrates decide no salir de la cárcel, pues es una injusticia, y al cometer eso sería desequilibrar el sistema social, por lo que es preferible recibir la injusticia y no cometerla. No ser justo con la injusticia, sería ampliar a la misma injusticia. Por ello decide no hacer caso  a las peticiones de Critón, pues estas carecen de veracidad, y acceder a ellas sería contradecirse. Platón decide quedarse en la Cárcel y afronta la decisión de los jueces.


La Republica, libro VI

Comentario al libro VI de la República
Por: Cesar Ortíz


El libro sexto de la república nos habla principalmente de los filósofos, los cuales dice Platón que poseen elementos divinos. En primer momento nos muestra como es el espíritu filosófico y como se distingue un filósofo, dice: es el que ama la ciencia que llena al conocimiento de lo inmutable, tiene horror a la mentira, ama la veracidad, tiene gusto por los placeres puros que pertenecen al alma, no le teme a la muerte, no realiza comercio con la filosofía, tiene facilidad para aprender y es amigo de la mesura. Y para distinguir un sabio, dice que es aquel que ama la verdad, tiene fuerza, grandeza de alma, facilidad de aprender y debe tener buena memoria. La virtud de los filósofos es sometida a pruebas, sino es sometida, no hay alma verdaderamente virtuosa.

Por estas exigencias son pocos los filósofos (son pocos los que escapan a la natural corrupción de la cual el hombre está atado), pues los hombres están segados de sus bienes que son; la belleza, las riquezas, la fuerza corporal y las grandes alianzas. También se presenta el caso en el que las almas mejor nacidas se truncan en lugares que tienen mala educación y no las dejan realizarse. Un ejemplo análogo seria, al ver a una persona que trabaja en algo que le gusta hacer, su productividad será ascendente, productivo, en cambio, una persona que se encuentra frustrada en su trabajo por la situación social en la que se encuentra y que le obliga a realizar eso, tendrá cierta productividad, pero será más difícil llegar a la plenitud.

Nos muestra dos aporías de las cuales dice  que las cosas buenas o bellas  se adquieren a través de los sentidos y que las ideas de bello y de lo bueno se adquieren a través del espíritu.

Aporía del sol: nos dice que los objetos alumbrados por el sol se pueden conocer como la verdad o la idea de bien, mientras que la situación nocturna, turba la vista y no vemos las cosas tal cual son.
 
 
Aporía de la línea: tiene cuatro operaciones del alma a saber; la conjetura, la fe, la razón y la inteligencia, que se van a llevar a cabo de esta manera: